Nuestro lugar de trabajo es el mundo y la relaciones que en y con él acontecen, en éste nos alimentamos con experiencias para mostrar una actitud que despierte y eleve nuestra consciencia y la de las personas que nos rodean y con quienes convivimos. Desde aquí asumimos nuestra responsabilidad como parte importante de la consciencia global y, así, podemos desarrollar una gran confianza en nosotros mismos.
Para canalizar y focalizar nuestra función en el mundo, elaboramos, diseñamos y ejercemos nuestras formaciones y talleres. De esta manera transmitimos, de manera organizada y planificada, los conocimientos y experiencias que resultan más nutritivos para el desarrollo personal y la capacitación de nuestros alumnos.